ACTIVIDAD BLOQUE 3 -Práctica Caligrafica-

“Hay demasiadas personas que nos dicen cómo son las cosas. Mejor sería que unas pocas nos revelaran cómo pueden ser.”(Robert Orben, Libro: Frases de esperanza)

La actividad de éste bloque consiste en plantear una actividad para trabajar la competencia caligráfica con un alumno de 2º, uno de 4º y uno de 6º. Uno de los requisitos indispensables antes de comenzar es atender a sus posturas y hábitos de escritura, sus movimientos gráficos, la presión, velocidad y ritmo empleados; para así poder determinar las necesidades de mejora y orientar al alumno. Es recomendable emplear alagos y consejos positivos, como puede ser “Muy bien, tienes una postura para escribir perfecta” o “Guau, no hace falta que escribas tan rápido, puedes hacerlo más tranquilo si quieres”.

Una vez el alumno conozca los aspectos de la caligrafía en los que puede mejorar, le plantearemos una pequeña rutina para practicar y asentar su mejora, preferentemente en función de sus intereses.

Éstos, al ser casos hipotéticos, constarán de una atención a la edad, pero siempre es recomendable escuchar a los alumnos concretos sobre sus intereses antes de plantear una actividad personalizada.

En 2º vamos a plantear a nuestro alumno (o alumnos si fuese necesario) que queremos crear un juego con cartas caseras; la temática podrá variar en función de los intereses de ambos, pero las opciones más habituales parecen magia y fantasía, futuro y espacio o súper-héroes. Lo que haremos será crear cada uno una carta con el estilo de letra que hayamos acordado para el juego, y copiar la que creó el otro el día anterior.

En el juego se puede crear cualquier carta, pero para igualar durante el juego cada jugador tendrá una copia de cada una de las cartas en su baraja. Las cartas deben estar correctamente redactadas y de manera legible. Para ganar el juego ha de ser por un efecto especificado en una carta.

En éste caso, al tratarse de un juego e incluir una sencilla ilustración, considero que lo apropiado es utilizar el lápiz, y crear unas 4 plantillas en cada folio.

En 4º lo que vamos a plantear al alumno es que nos ayude con la reflexión de la mañana, que necesitaríamos una frase para reflexionar y empezar bien el día, le daremos unos cuantos libros de frases como apoyo, pero también podría buscarlo en otras fuentes o crearlo.

Es importante hacer énfasis en que necesitamos que lo escriba bien para entenderlo y ya de paso mejorar su caligrafía, pero por supuesto remarcando que no le vaya la vida en ello (máximo 15 minutos) y recordando que es muy importante leer la frase (siempre y cuando sea adecuada y legible) antes de comenzar la clase.

Utilizaremos entonces la caligrafía más parecida a la del alumno (pero pidiéndole que cambie los factores que dificulten la comprensión), con un bolígrafo y una hoja de cuaderno.

Al finalizar la práctica caligráfica, es de gran importancia recordar agradecerle al alumno su ayuda prestada durante tantas reflexiones de la mañana.

En 6º lo que vamos a proponer es que tome iniciativas epistolares con el mundo, pero por supuesto respetando las formas y la caligrafía en lo que realice, para eso estamos nosotros.

Entonces, deberá elegir un medio o persona (periódicos, algún you-tuber, desfavorecidos, antiguos conocidos….), y con total tranquilidad irá escribiendo cada día un párrafo hasta acabarla. El profesor se interesará por lo que escribe y le pedirá ver la carta de vez en cuando.

Los materiales empleados serán papel y bolígrafo, y la letra será la que haya desarrollado hasta el momento, pero cambiando cualquier aspecto que dificulte la comprensión arbitraria.

Como conclusión y evaluación diré que, lo más importante del proceso es centrar la atención en las potencialidades y mejoras de los alumnos. Es decir que, tras atender a la caligrafía inicial de los alumnos y sus causas, lo único que nos queda es hacerles verlo a ellos de una manera más sencilla, animarles y ayudarles a ello y observar que, en efecto, se ha solucionado. Es por ello que en todas las actividades se pretende plantear una manera de practicar la escritura con importancia de la caligrafía, y sin cerrar la oportunidad de investigar, crear, opinar, y sobre todo, de que el profesor observe y, de ser necesario, medie el proceso.