viernes, 24 de febrero de 2017

Actividad I - Diálogo en el aula

Comienza una nueva asignatura y con ella un nuevo reto; plantear una actividad grupal y oral en un aula con un alumno muy tímido y con otro extrovertido en el mal sentido para el desarrollo del grupo....

La actividad planteada será un diálogo sobre la muerte para alumnos de 6º curso, edad a la cuál se comienzan a comprender conceptos abstractos según la teoría constructivista del aprendizaje.

Objetivos:

1. Expresarse con una pronunciación y una dicción correctas y adecuadas al tipo de texto y a la situación.

2. Adecuar el uso de la lengua oral a las distintas finalidades y a las diferentes necesidades comunicativas.

Competencias:

1.º) Comunicación lingüística.

2.º) Competencias sociales y cívicas.

3.º) Sentido de iniciativa y espíritu emprendedor.

4.º) Conciencia y expresiones culturales.


Metodología:

Antes de comenzar, es importante remarcar que la metodología pretenderá ser estimulante y motivadora, totalmente opuesta a intrusiva y, por lo tanto, no se verán forzadas las intervenciones. Los maestros han de encontrar la manera de conseguir lo que necesitan y esperan sin hacer uso de la autoridad y opresión del alumnado.

Si la situación lo permite, la actividad se realizará sentados en circulo en un parque o zona natural próxima a la escuela; y de ser posible entre todos los grupos del mismo curso. Esto es debido a la importancia de crear un entorno agradable y un sentimiento de pertenencia a algo más que el grupo de clase, mientras que a su vez nos permite un mayor enriquecimiento en opiniones y aportaciones. (Mientras que la presencia de compañeros más lejanos unida a la temática de necesario respeto reduce o incomoda las posibles intervenciones inapropiadas)

Son muchos los estudios que nombran la importancia de tratar la muerte y el duelo en estas etapas, fundamentándose no solo en la necesidad de adquirir las competencias y valores que nos permitirán seguir adelante y afrontar los conflictos que encontraremos en la sociedad y la vida, sino también en la importancia de mejorar la comunicación y la confianza del alumnado al desaparecer o disminuir el concepto de Tabú. Y es que en verdad es irónico que la educación en la actualidad se centre ambivalentemente en el desarrollo de conocimientos objetivos y útiles para la vida, junto a la adquisición de competencias para afrontar y superar los conflictos en ella; pero no atiende ni hace alusión a un tema que no solo es "científicamente" observable e influyente en el mundo, sino que además puede (y debe) incluir las claves para afrontar situaciones que absolutamente todos nos encontraremos antes o después, tanto en ámbitos conversacionales/lingüísticos como en emotivos/personales.

Creo que es un tema que a pesar de su lejanía directa con la mayoría de los integrantes de este colectivo, se puede convertir en una magnífica fuente de motivación, tanto mediante la escucha y empatía de algún compañero que sí haya conocido este fenómeno, como mediante su relación con uno mismo y su término opuesto (la vida), y la nueva reflexión de cómo abordarla (ya que el conocimiento de su fugacidad o caducidad abre la puerta a nuevos planteamientos y metas más conscientes).
También nos permite la relación con prácticamente cualquier tema de interés, ya que es un concepto presente no solo en todas las personas, sino también instituciones, sociedades y especies. Es necesario conocer este concepto para entender el mundo, la mayoría los sentimientos negativos y el valor del tiempo. Además nos aporta una premisa indispensable para entender la evolución y la mejora continua del mundo.

Algunas propuestas NO NECESARIAS para el desarrollo de la actividad serían:

 - Si algún niño tiene dificultad para incidir en el concepto de manera directa, tratar de convertirlo o unirlo con una temática de su interés para facilitar la interacción con el concepto prejuzgado; por ejemplo: ¿Cómo crees que cambiaría el mundo si desapareciese Messi? o ¿Qué actos y acontecimientos de vuestra vida pensáis que recordaréis cuando seáis ya muy mayores?

 - Si algún niño muestra incomodidad debido a una pérdida reciente o cercana, podemos invitar al grupo a reorientar el diálogo hacia planteamientos más agradables o motivadores, como por ejemplo: ¿Qué le diríais a una persona querida que fuese a morir o si vosotros fueseis a hacerlo? o ¿por qué causas creemos que muere más gente en el mundo?

 - Si, sencillamente se hace el silencio (aunque ello no tenga nada de negativo), se podrán plantear algunas preguntas de andamiaje, como por ejemplo: ¿Qué pensáis que pasa después de morir?, ¿Qué opináis que quería expresar el autor de la frase? o ¿Cómo os sentís al hablar de esto?

 - En caso de graves problemas con bromas y faltas e respeto, para evitar conflictos personales se puede reorientar la misma temática hacia otras especies u conceptos, como por ejemplo tratar la muerte de mascotas o de "cosas" como la Inquisición o el casete.

En cualquier caso, antes de comenzar se repasarán unas normas de convivencia y respeto muy semejantes a las de situaciones de mediación, y al igual que en éstas, el incumplimiento reiterado desembocará en el cese de la actividad o la participación (según se estime oportuno):

 - Escuchamos a todo el mundo cuando habla.
 - Respetamos a todas las personas.
 - No gritamos, ni hacemos gestos o expresiones desagradables.
 - Respetamos también las opiniones de los demás y sus turnos de palabra.
 - Fomentamos la participación de todos los compañeros.

Tras ello, para fomentar y facilitar el comienzo del debate, escucharemos algunas frases sobre la temática, en las cuáles podremos incidir y relacionar con los movimientos literarios que se hayan abordado anteriormente, pero sobretodo, podrán expresar su opinión, reflexiones o cuestiones surgidas:

Frases de autores:


– “La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es y cuando la muerte es, nosotros no somos”. – Antonio Machado (1875-1939), poeta español

– “Pero la vida es corta: viviendo, todo falta; muriendo, todo sobra”. -Félix Lope de Vega y Carpio (1562-1635), escritor español del Siglo de Oro

– “La muerte no existe, la gente sólo muere cuando la olvidan; si puedes recordarme, siempre estaré contigo.
– Del libro “Eva Luna” de Isabel Allende (1942), escritora chilena

– “
La muerte no nos roba los seres amados. Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo. La vida sí que nos los roba muchas veces y definitivamente”. -François Mauriac (1885-1970), escritor francés ganador del Premio Nobel de literatura en 1952

– “¿De qué otra forma se puede amenazar que no sea de muerte? Lo interesante, lo original, sería que alguien lo amenace a uno con la inmortalidad”. – Jorge Luis Borges (1899-1986), escritor argentino


Durante el transcurso de la actividad, el profesor tomará notas cualitativas sobre las intervenciones de los alumnos, remarcando los errores concretos y, de ser posible, los déficits o competencias a mejorar de cada uno (respeto, entonación, vocabulario...). Solo usará la lista de alumnos y, de considerarlo necesario, la lista de competencias e indicios de la correcta expresión oral. ( Sociolingüística, lingüística, discursiva, estratégica, social.... Articulación, pronunciación, postura, volumen, fluidez, intencionalidad, adecuación...pronunciación, entonación, mensaje, vocabulario, coherencia, escucha y contextualización... )

Al término del diálogo ambas partes procederán a la comunicación y "feedback" de la actividad; los alumnos, aún mediante participación oral y espontánea, aportarán su opinión de la actividad, de la temática escogida y del enfoque y funcionamiento. También recibirán un papel anónimo donde podrán expresar su opinión, dificultades y propuestas de mejora los más tímidos, pero siempre alentando y favoreciendo la expresión oral por su mayor interacción y claridad, y mediante la confianza y respeto que son (o deben ser) propias del aula.
El profesor dará unas pautas generales para la mejora en caso de darse algún error común; mientras que aguardará la oportunidad de orientar personalmente o enfocar las actividades a cada alumno en base a sus problemas de la evaluación.

Respecto a la evaluación cuantitativa y curricular, la superación y participación de cada alumno será considerado como el éxito y la adquisición necesaria; restándose nota solo ante las evidencias de oposición o falta de comprensión de las normas de respeto, las opiniones de otros, etc.
La falta de participación, siempre y cuando implique escucha activa, será considerada como un factor a evaluar cualitativamente, es decir, se buscarán las causas y se propondrán estrategias para solucionarlo, pero nunca se convertirá en una evaluación negativa y cuantitativa. (No parece profesional suspender a un niño por sufrir de bullying o por ser autista)

FIN